Estos días, hemos estado preparando várias charlas informativas que nos gustaría compartir con vosotros.. y la primera va sobre una cuestión muy importante: nuestra responsabilidad en relación a la tenéncia de animales.

Por eso hoy hablamos de tener un animal de compañía y antes de nada, hay una primera cuestión que deberíamos hacernos..: ¿Por qué tenerlo? Estamos hablando de seres vivos, da igual su especie y su tamaño, y no se puede alegremente probar para ver si es divertido, o difícil, o fácil, o si supero con el mío el que tiene mi vecino.. Partimos de que lo primero es ser sensatos y sobre todo poner la cabeza por delante del corazón (“adoro a los animales”) o del estómago (“me he enamorado de ese cachorro de la tienda”).

Estas son algunas preguntas que necesariamente debes hacerte antes de llevarte un animal a casa para conseguir que él te disfrute, y no que te sufra:

¿Por qué quieres un animal de compañía?

Parece mentira, pero poca gente se hace esta pregunta “antes de”. No hay error más grande que adoptar una animal sólo “porque lo piden los niños” u otros motivos similares. Tenemos que tener en cuenta lo siguiente: el gasto que supone en dinero y tiempo, las preocupaciones, el atenderlo debidamente en todos los aspectos (físicos y psicológicos), y el hecho de que viven entre 10 y 20 años. Tenemos que estar dispuestos a asumir esta responsabilidad y hacernos a la idea que nos supondrá sacrificios y posibles cambios en nuestra forma de vida.

Todos los miembros de la família deben participar de esta decisión y estar de acuerdo en introducir un animal en casa. Los animales son seres sociales – necesitan contacto social y su comportamiento depende mucho del bienestar de la família. Si hay desacuerdo en casa, el ambiente es conflictivo, unos lo tratan diferente de los otros, los perros empiezan a mostrar signos de estrés que a veces derivan en problemas de conducta. Tenemos que saberlo y tenerlo en cuenta a la hora de decidir!
¿Puedes mantenerlo?

Mantener un animal de compañía cuesta dinero, no tanto para tener que pedir un crédito bancario, pero sí lo suficiente para que se incluya en la partida de gastos fijos de la casa:

  •  Gastos seguros: microchip, censo, alimentación, vacunas, correas y collares, esterilización (este gasto te lo sueles ahorrar si lo adoptas en un refugio), juguetes, elementos de higiene, desparasitadores (interno y externo).
  • Gastos posibles: adiestramiento, atención veterinaria por accidente o enfermedad, residencia, etc.

Aliméntalo 2 veces al día (uno por la mañana y otro por la tarde), llévalo al veterinario para hacer revisiones periódicas y desparasitaciones. Pónle una placa con nombre y teléfono, por si se pierde, y no dejes que salga sólo (puede provocar algún accidente en la calle) – tú debes sacarlo 2 veces al día.

Para sentirse cómodo en casa, tiene que tener su espacio, su cama, su correa, collar o arnés, plato, juguetes, etc.

¿Tienes tiempo para él? ¿Te ves capaz de afrontar los problemas que te dé?

Tienes que estar preparado a asumir una serie de incidentes relacionados con él: que mientras sea cachorro se haga pis, suelta pelo, que un día vuelva a casa lleno de pulgas, que destroce algún mueble o tus zapatos, emergencias de salud, etc.
Hay muchos perros abandonados por estos motivos. La frase “no podemos atenderle debidamente” es la coletilla favorita del 70% de los intentos de abandono.

Por eso tienes que saber que tienes que sacarlo mínimo 2 veces al dia, un total de unas 2 horas (dependiendo de la raza y las necesidades de ejercicio físico). Tienes que recoger sus cacas!! Para evitar problemas y quejas de los vecinos. Y esto durante todos los días, aun que llueva.

Puede ser que tu perro ladre. Y si es molesto o excesivo, que tengas que contactar con un educador para que te ayude a resolver este problema.

Tienes que alimentarlo, educarlo, jugar con él, sacarlo frecuentemente, participar de tus actividades – salir a la montaña, ir a correr, etc. Si trabajas mucho, viajas mucho, no tienes ayuda para cuidarlo y no estás dispuesto a utilizar servicios de paseantes, residencias, etc… deberías considerar si podrás cuidar adecuádamente de tu amigop peludo.

¿Puedes tenerlo dónde vives?

Un perro viviendo en un jardín o patio, en plan vigilante de seguridad, que solo ve a su dueño una vez al día, es un animal que probablemente tenga muchos problemas de conducta.

Por eso, antes de ir a recoger al animal, e incluso antes de empezar a buscarlo, pregunta si donde vives se admiten animales o si hay alguna restricción al respecto (perros no pero gatos sí, etc.).

¿Tu ritmo de vida es adecuado para este animal?

Aquello de “perro pequeño porque tengo piso pequeño” vale más que lo olvides. El tamaño del animal no es un buen criterio para elegirlo, ni mucho menos en relación al tamaño de tu casa. Puedes pensar en un perro muy pequeño o en un gato si viajas mucho y quieres asegurarte de que pueda ir en cualquier medio de transporte, pero no “porque vivo en un estudio”.

Además hay otra cosa: en general, el perro cuanto más pequeño más movido (y ladrador cuando se agobia), y cuanto más grande más tranquilo y más calladito. Al pequeñajo tendrás que sacarlo a pasear muchas más veces para que se relaje y haga sus necesidades.

Si va a estar contigo gran parte del día, adopta el que quieras, pero si debe pasar tiempo en casa, no mires el peso, mira el carácter.

 

¿Es ahora un buen momento?

No siempre es un buen momento para asumir la responsabilidad del animal en casa. Y no sólo por motivos económicos, así que piénsalo muy fríamente, porque hay algunas circunstancias aconsejan esperar un poco:

  • Tienes niños menores de seis años
  • Estás estudiando y vas cambiando de sitios
  • Estás en la Administración, el ejército u otro cuerpo que supone traslados.
  • Por tu trabajo ahora viajas mucho.
  • Anímicamente no estás en tu mejor momento.
  • En casa no todo el mundo está muy de acuerdo

¿Ya has pensado en las vacaciones?

Si no puedes llevártelo cuando te vas de vacaciones o de fin de semana, piensa que si es un perro no puedes dejarlo sólo en casa (el gato es más “factible”). Cuenta con que familiares o amigos tendrán que hacerse cargo de él, o bien tendrás que pagar una residencia.
¿Vas a ser responsable?

Piensa que la ley te obliga a determinadas cosas, y la conciencia a determinadas otras. Legalmente debes necesariamente inscribirlo en el censo de tu ciudad, ponerle el microchip, brindarle la atención veterinaria necesaria, mantenerlo en condiciones dignas (está prohibido tenerlos atados todo el día).

En conciencia, debes esterilizarlo y procurarle un ambiente de vida realmente integrado dentro de la familia, darle una dieta sana, facilitar que haga ejercicio físico, y simplemente quererlo.

La tenencia responsable también implica el inicio responsable de la convivencia, no lo olvides. No maltrates, ni encierres, ni descuides a tu mascota!